10 Síntomas de trombosis

10 síntomas de la trombosis

Identificar los síntomas de la trombosis te permitirá buscar la ayuda oportuna y evitar las complicaciones que conlleva el retraso de su diagnóstico.

1. Edema (hinchazón en las extremidades inferiores)

El signo más evidente de la trombosis que típicamente se localizará por debajo del nivel de la trombosis. Se verá comúnmente en tobillos, pie o en toda la pierna. Una de las 2 estará afectada.

Según progrese la trombosis podría extenderse a todo tu miembro y avanzar rápidamente de una hinchazón aparentemente inocente y menor, a una que lo comprometa totalmente impidiéndote usar ropa y calzado.

A diferencia de otros edemas que disminuyen al caminar o al movilizar el miembro afectado, esta progresará y limitará la funcionalidad del tuyo. Al manifestarse los demás síntomas uno irá agravando al otro.

edema

 

2. Dolor en miembros inferiores

El dolor puede acompañar el edema y también ser el primer y único signo de una trombosis. Inicia levemente y suele ser confundido con cansancio o un calambre. Después de poco tiempo progresa rápidamente hasta hacerse muy intenso.

Aunque va y viene este tipo de dolor no cesa en su totalidad. Una vez que se manifiesta, se queda. Al inicio se localiza alrededor del área de la trombosis y al progresar involucrar a todo el miembro.

El dolor limitará tu capacidad para caminar, limitación que hará que aumente el edema, que al mismo tiempo acrecentará aún más el dolor creándose un círculo vicioso difícil de romper.

dolor-pierna

3. Piel roja y/o caliente

La piel se enrojece rápidamente alrededor de la trombosis aumentando la temperatura de la zona, calentura que se extenderá a toda el área debajo del nivel de la afección.

Si la trombosis ocurrió a nivel de la rodilla, la temperatura de toda tu pierna aumentará progresivamente.

A diferencia de otras enfermedades que cursan con edema, enrojecimiento y calor de la zona (erisipela, celulitis, etc.), la fiebre no acompañará tus síntomas, lo que puede orientar al médico a concluir que se trata de un trombosis venosa profunda.

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4. Decoloración de la piel

Al enrojecimiento inicial sigue una etapa a nivel de piel que depende de la progresión de la trombosis.

En los casos en la que esta se agrave los iniciales cambios de enrojecimiento evolucionarán primero a rojo más oscuro, luego a violáceo y posteriormente a azul o negro, dependiendo del grado de compromiso de la extremidad.

Los cambios inician siempre alrededor del área de la trombosis y van progresando hacia abajo. Mientras mayor sea el compromiso de la circulación, más rápido se producirán.

Estos cambios son manifestación directa de la gravedad del proceso. Mientras más pronto consultes a tu médico, más posibilidades tendrás de que esta sea atendida oportunamente.

Muchas trombosis terminan con amputación del miembro como medida extrema para preservar la vida de la persona.

decoloracion

5. Venas visibles

En el caso de la trombosis venosa profunda, por debajo del nivel de la trombosis, como sucede con el edema, pueden manifestarse las llamadas “arañas vasculares”.

Estas formaciones venosas se producen por la obstrucción del flujo de la sangre. Al cerrarse el paso, el fluido se acumula y aumenta el diámetro de las venas.

En este grupo de pacientes esas venas probablemente ya estaban afectadas y eran insuficientes, pero no se habían manifestado.

Es característico que se toque la piel engrosada con venas fácilmente visibles y palpables. Lucen como “estresadas” y a punto de reventar, contribuyendo aún más al dolor.

A diferencia de las várices normales estas no desaparecerán con los cambios de posición (elevar las piernas), masajes, ni medios físicos (colocación de calor o frío). Por el contrario, progresarán conjuntamente con el avance de la trombosis.

venas-visibles

6. Cansancio en las piernas

Muchos pacientes con principio para desarrollar una trombosis afirman sentir mucho cansancio en las piernas o en el muslo, sensación que incide en que la persona sea más sedentaria, lo que termina de abonar el terreno.

El dolor es consecuencia de la obstrucción parcial de las venas comprometidas que dificultan la circulación de la sangre en la pierna, lo que favorece al desplazamiento de toxinas que al acumularse provocan parte de los síntomas.

Este tipo de cansancio puede ser uno de los primeros síntomas en manifestarse, uno que pocas veces se le da importancia hasta que es tarde.

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7. Dificultad respiratoria

La dificultad respiratoria es el primer síntoma de la embolia pulmonar.

El coágulo o parte de él que viaja al pulmón obstruirá el flujo de sangre a ese órgano, lo que acumulará la sangre y el líquido a nivel de él. Al no poder ser manejada la situación, la persona termina con disnea.

La progresión de esta dificultad dependerá del tamaño del coágulo y la extensión del territorio del pulmón que esté comprometida.

Esta dificultad para respirar ocurre repentina y bruscamente en una persona que probablemente nunca tuvo problemas respiratorios. Su intensidad  progresa de manera rápida comprometiendo la vida si no se diagnostica y trata  oportunamente.

disnea

8. Dolor de pecho

El dolor en el pecho suele ser el segundo síntoma en manifestarse en el tromboembolismo pulmonar. A veces es el primero.

La acumulación de líquido en los pulmones limitará progresivamente su capacidad de expandirse con la respiración y de hacer el intercambio de gases como debe ser, lo que reducirá la cantidad de oxígeno que circulará en tu cuerpo.

La zona alrededor del área de trombosis queda totalmente desprovista de oxígeno y la acumulación de toxinas a ese nivel se manifestará como un dolor “muy profundo” y “sordo”, que incrementará rápidamente (a diferencia del dolor cardíaco que aumenta en el curso de horas y días), siguiendo la progresión de la dificultad respiratoria.

dolor-pecho

9. Tos con sangre

La tos es consecuencia del líquido que se está acumulando. Al restringirse progresivamente la respiración, además de la disnea (el organismo aumenta la frecuencia respiratoria para permitir el intercambio gaseoso que está limitado), se manifiesta la tos.

El líquido que se está acumulando es principalmente sangre que sobrepasará los mecanismos de defensa del pulmón, pasará a la vía aérea y finalmente comenzará a ser expulsada al toser.

Son muchas las condiciones médicas que pueden provocar tos con sangre (tuberculosis, infecciones por hongos, algunas neumonías, tumores, etc.) pero ninguna de ellas se manifiesta repentina y bruscamente como sucede en el tromboembolismo pulmonar. Si es tu caso, debes ir o ser trasladado inmediatamente a una sala de urgencias.

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10. Mareos

Al igual que los otros síntomas de tromboembolismo pulmonar, los mareos progresarán al mismo ritmo que avance la obstrucción.

La falta de circulación adecuada de la sangre a través del pulmón, sumado a la dificultad respiratoria y a la tos, reducirán el aporte de oxígeno a tu cerebro. Por ello tendrás mareos.

No se descarta que estos sean el primer síntoma que sientas antes del dolor y de la dificultad respiratoria.

Los mareos pueden asociarse con náuseas y la progresión de los demás síntomas, conducir a la pérdida de la conciencia.

mareo

Lo trombosis venosa profunda por sí sola raramente comprometerá tu vida, pero sí puede progresar a la liberación de múltiples coágulos más pequeños que obstruirán otros vasos a nivel del corazón (conduciendo a arritmias y/o infarto) o del cerebro (conduciendo a ictus).

Por el contrario, el tromboembolismo pulmonar por sí solo sí comprometerá rápidamente tu vida, por lo que debes acudir prontamente a una sala de urgencias ante la manifestación de uno o varios de los signos mencionados.

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@DrFcoZapata

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