Dientes blancos
El impacto visual de una persona con dientes blancos es muy importante para su imagen y vida social. Aquí te presentamos 9 formas para mantener tu dentadura blanca, impecable y reluciente.
1. Tiras blanqueadoras
Las tiras blanqueadoras deben formar parte de tu rutina de higiene bucal porque son efectivas. Lee las instrucciones del empaque antes de usarlas porque algunas marca piden esperar 30 minutos antes de colocarlas en tu dentadura.
No retirarlas en el tiempo que indica el producto podría irritarte o causar molestias de sensibilidad en las encías. Lo mejor es que sigas las instrucciones.
2. Aceite de coco
Para usar aceite de coco para blanquear los dientes necesitas del natural y extra virgen, no sintético.
Usa el aceite como enjuague por 20 minutos. Agítalo bien en las paredes bucales y entre tus dientes, para que elimines la mayor cantidad de residuos y toxinas que afectan tu dentadura. Luego escúpelo.
El paso 2 es hacer gárgaras de agua tibia y sal. El tercer y último paso es cepillar tus dientes para eliminar las bacterias restantes y tener una sensación de frescura en tu boca.
Puedes alternar la técnica al bañar el hilo dental o tu cepillo con aceite de coco y emplearlos habitualmente.
El resultado de un buen blanqueo con aceite de coco dependerá de tu constancia. Al enjuagarte los dientes al menos una vez al día verás resultados en 3 o 4 meses.
3. Bicarbonato de sodio
Mezcla bicarbonato con agua o limón, (mejor usa la fruta porque también tiene propiedades blanqueadoras). Cepilla tus dientes con una mezcla homogénea sin lastimarte las encías por 1 o 2 minutos, no más tiempo porque el bicarbonato podrías deteriorar el esmalte. Enjuaga y lava tu boca con agua o enjuague bucal.
El bicarbonato de sodio es una de las recetas caseras más populares para blanquear los dientes. Si eres constante en su empleo (cada dos días) en 2 semanas comenzarás a ver resultados.
Baja la frecuencia de uso paulatinamente conforme los dientes se vuelven más blancos. Exagerar el empleo del bicarbonato los erosionará por su poder abrasivo.
4. Cepillado correcto de los dientes
Un correcto cepillado garantizará una efectiva limpieza de dientes.
No debes cepillar mucho para no desgastar el esmalte protector y con ello hacer más vulnerable a las manchas tu dentadura. Limpia primero las superficies externas superiores; después las interiores. Las muelas requieren más meticulosidad.
Hay dos factores muy importantes. El primero es el tipo de cepillo que utilizas y su grado de dureza. Los odontólogos prefieren uno suave y de cabeza reducida para alcanzar zonas difíciles dentro de la boca.
Otro elemento también valioso es el dentífrico. Asegúrate que el tuyo combata el sarro, limpie los dientes, deje un aliento fresco y agradable y no sea agresivo con las encías.
5. Carbón
Sí, el carbón puede ayudarte a blanquear tus dientes en pocas semanas.
El carbón activado se vende en boticas, farmacias y supermercados, en forma de cápsulas o en pequeños frascos parecidos a los que se usan para los ungüentos.
Primero coloca el carbón en el cepillo y cepilla los dientes. Su poder sirve para atraer toxinas y remover manchas indeseables por tabaco, café o falta de higiene bucal. Después de 2 minutos de cepillado, enjuaga con agua.
6. Vaselina
La vaselina servirá como una placa protectora para que tus dientes se conserven blancos.
Puedes ver el tratamiento como un esmalte artificial que colocarás provisionalmente en tu dentadura y que además combatirá mancha provocadas por el café negro, algunas frutas y verduras. Es muy eficaz para que se “resbalen” las manchas del tabaco.
La principal cualidad de la vaselina es su acción deslizante que actúa como una película profiláctica, que impide la adhesión de residuos que atacan a los dientes.
Al usarla evitarás manchas, microbios y el sarro que daña tu dentadura.

7. Tomar leche y sus derivados
El consumo de leche y algunos de sus derivados como el queso contribuye eficazmente a mantener los dientes blancos y a que el tejido dental se conserve fuerte. El calcio les da fortaleza y el ácido láctico, blancura.
La mezcla de la saliva con los componentes lácteos de la leche, del queso o yogurt a base de leche, remueve manchas y sobrantes tóxicos que perjudican la salud e imagen de la dentadura.
La lactosa contrarresta el efecto de las partículas que erosionan el esmalte y que lo hacen vulnerable a los organismos dañinos y proclives a dejar rastros y manchas. Evita además que la dentadura gane un color amarillento o verdoso.
El calcio, las proteínas, la lactosa de leche y derivados, actúan como potentes guardianes de la salud dental.
8. Uso de lápiz labial
Aunque el lápiz labial no tiene efectos orgánicos que beneficien la blancura de los dientes, si ganas un contraste que beneficia tu imagen.
Con el lápiz labial consigues aumentar esa diferencia entre el color del maquillaje y el tono natural de la dentadura. Es más que todo un truco de belleza dental.
Para lucir dientes muy blancos te recomiendo un labial tono rojo sangre o tornado, como es conocido coloquialmente por los maquilladores. Este color no solo incide en la apariencia dental, también en el tono de la piel del rostro.
También son buenos el rosa, el rojo atenuado, el oscuro, el escarlata y el brillo natural. Con el negro o el púrpura, el contraste está garantizado.
9. Fresas
Las fresas ayudan a preservar y a resaltar la blancura de tus dientes porque contienen xilitol, ingrediente activo que mantiene y resalta su color natural, combate la placa y robustece el esmalte.
Después de lavarlas quítales el rebito verde y macéralas en un mortero o tazón. Con 5 o 6 fresas será suficiente. Luego unta y cepilla tus dientes con ese puré como lo haces habitualmente con tu crema dental.
Si eres constante en el empleo de fresas, remedio casero barato, fácil de aplicar y que garantiza dientes casi vírgenes sin estropear tu esmalte, los resultados se notarán en pocas semanas.
Comparte este artículo con tus amigos en las redes sociales para que también conozcan cómo blanquear tus dientes.